domingo, 26 de febrero de 2012

Cabeza de Turco

Günter Wallraff – Cabeza de Turco
¿Quién puede atreverse a decir «jamás»?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
Loa a la Dialéctica - Bertolt Brecht (Fragmento)
Günter Wallraff es un periodista que decide transformarse a sí mismo para escribir la otra realidad que hay más allá de nuestros ojos, aquella que está tan cercana pero oculta entre la publicidad y el consumismo.
La misión de éste periodista, en este caso en Alemania, presenta la visión del trabajador como realmente es en el mundo contemporáneo. La misión de este reporte es indagar entre los aspectos laborales, sin embargo el libro no sólo presenta tales planteamientos, sino que describe minuciosamente todos los problemas a los que se enfrenta un turco indocumentado en un “moderno” país como es Alemania. Discriminación, racismo, y la casi esclavitud a la que se someten son vividas por Günter Wallraff, el cual, describe que a no ser porque en verdad no era turco, era probable que no pudiera haber sobrevivido en las condiciones de un turco indocumentado recién llegado a tierras alemanas. También se connota la forma en que los capitalistas manejan la lógica del capital: la condición de la comida en los Mc Donald, los instrumentos que usaban como las espátulas para cocinar y los trapos para lavar, las condiciones de los baños y lugares de trabajo como los baños de la constructora, la falta de mascaras antigás, guantes, etc.
Günter Wallraff se disfraza, pupilentes negros, ropa y sombrero turcos, pide prestado el nombre de “Alí” y se enrola en diversos empleos en Alemania. Encuentra entonces las siguientes formas de explotación:
Jornadas de trabajo indeterminadas – En la construcción y en el establo no trabaja horas exactas, dependerá de lo que necesite la empresa. En Mc Donald, por ejemplo, sólo podía fichar si ya estaba vestido, y fichaba en la salida antes de cambiarse. En la fábrica siderúrgica trabajaba en intervalos de tres horas por el riesgo a la salud, no se le pagaban horas extras ni tenía días de descanso hasta por tres meses.
Subcontratación – El autor da una visión más completa de lo que es la subcontratación. Las empresas subcontratistas en Alemania, y en gran parte del mundo, viven en la ilegalidad. Trucos de contabilidad, así como la inexistencia de contratos, dan al trabajador condiciones de trabajo muy bajas y denigrantes. En el caso de Alí, en la constructora en que trabajó  y en la empresa siderúrgica fue un empleado subcontratado. Las horas de trabajo eran muy grandes por salarios muy bajos y no existía un contrato de trabajo certero. A las empresas les era muy útil, puesto que evitaban la antigüedad de los trabajadores, podían despedirlos cuando no fueran necesarios o no hacerse cargo de los accidentes imprevistos.
Condiciones de Salud y riesgos de vida– En todos los trabajos en donde estuvo siempre corría grandes riesgos. En el Mc Donald por ejemplo, estaba expuesto a las salpicaduras del aceite. En la constructora siempre le cargaban excesivamente la “japonesa” a modo de que casi se le hacía imposible cargarla; aquí también menciona Alí que en caso de accidentes las empresas no solían tener a todo su personal inscritos en seguro social, y si algo ocurría le decían que llevaba tres días de haber entrado y así evitaban pagar por la seguridad social. En la Siderúrgica siempre estuvo expuesto a gases tóxicos y sin protección, a la inhalación de limadura de hierro “polvo”; basta señalar que en este trabajo habían muerto seis personas meses atrás por no usar mascaras antigás y tras estar encerrados.


Intensidad del trabajo – Todos los trabajos que realizó fueron intensos y con salarios bajísimos. En el Mc Donald tenían el dicho de que el cliente “no podía esperar ni un minuto”, y siempre estaba absorto en la cocina. En la granja cuenta Alí que no podía salir a la calle, la gente no debía verlo, y a cambio del alojo y la comida trabajaba 10 horas diarias. En la construcción debía estar todo el tiempo trabajando; entra más que nada el factor discriminatorio, ya que consideraban que los turcos eran flojos y que sólo buscaban dinero. En la siderúrgica aunque las condiciones de salubridad eran impresionantemente bajas, no podían salir si el trabajo no estaba terminado. Ellos mismos comentaban que los negros esclavos en el pasado tenían más ventajas, puesto que como eran comprados valían algo y buscaban extender su vida a fin de que desquitaran el dinero; ellos no costaban nada y a la empresa no le importaba que tanto fueran desgastados: si murieran otras personas estarían dispuestas a ocupar sus puestos.

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