Biografía
Nació el 15 de marzo de 1938, en Oaxaca, México.
Trabajó en la refinería de Azcapotzalco.
Militante del Partido Comunista Mexicano.
Ha sido Investigador del Centro de Estudios Históricos del Movimiento Obrero, Dirigió el Taller de Guiones del Centro de Capacitación Cinematográfica (C.C.C.), Profesor de narrativa en la Sociedad General de Escritores Mexicanos (SOGEM), y Coordinador del diplomado de Periodismo en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Entre algunas de sus obras se encuentra: El otro diluvio (1968), Ensayo General (1970), La línea dura (1971), El vengador (1973), Viejos Lobos de Marx (1981), Morderán el polvo (1999).
Sinopsis de la obra
Ensayo General es una obra que se desarrolla en el contexto de los movimientos obreros de 1958 y 1959. La escenografía del texto da unas claras imágenes de las condiciones económicas, políticas y sociales que persisten en la época. Es la historia de dos amigos de la infancia, Juan Olmos y Ramón Contreras, nacidos en una noche de “estrellas violentas”, que por diversas vías enfrentan la vida en la Ciudad. La historia se desarrolla en Tepito, Distrito Federal. Los efectos de la crisis del 29, el Charrismo sindical, las características de las viviendas de la clase obrera, las condiciones de la educación, el abuso del alcohol, entre más características de la cotidianidad que rodeaban los años 50’s y 60’s en México están plasmadas en su obra de forma entrelazada, relatada desde las tres primeras personas en distintas partes del texto.
Condiciones sociales
Juan Olmos
Nació el 18 de Agosto de 1930. Su padre era tranviario. Decide abandonar sus estudios y buscar trabajo, entre los que se dedicó a los titiriteros, a bolear zapatos y a cargar bultos en el mercado; en aquel entonces su sueño era ganarse la lotería. Asiste junto con Ramón a la iglesia durante la infancia, que le dio aspiraciones ideales. Tiempo después decide regresar a la secundaria al tiempo que trabaja en un laboratorio y posteriormente en una fábrica de muñecas. Establece una historia sentimental con una chica llamada Zirell, por la cual decide estudiar Teatro; sin embargo ella se va del país y el deja truncos sus estudios. Trabaja un tiempo en Mazatlán como taxista y establece contacto con una extranjera, “la Miss”, y cuando se va del país también decide regresar con sus padres a laborar en una carpintería. Poco tiempo después ellos mueren en un accidente automovilístico. Más tarde será barrendero en la empresa donde labora Ramón pues abandona el trabajo de carpintero. Leía a O´Neill, y novelas policiacas. Su vida se desenvuelve en múltiples borracheras hasta sus últimos días de vagabundo.
Ramón Contreras
Su padre era don Lencho, un peluquero y bebedor al que le ayudaría en su local junto con Juan, y en donde conoció al líder sindical Cosme Zaragoza. Por medio de esa palanca opta por la vía sindical. El se dedicaba a leer el contrato colectivo de trabajo, la ley federal del trabajo y noticias sindicales, y preparaba discursos frente a su espejo. Entra al sindicato haciendo mandados, como mensajero, y llega a dar el salto hasta ser dirigente sindical. A raíz del accidente de los padres de Juan Olmos se casa con su hermana Alicia. Creía que la masa de ideales no bastan y durante la huelga de la empresa decide pedir ayuda al estado para dispersar la manifestación. Creía en la política y en el buen funcionamiento del sindicalismo, y aceptó aguantarse el asco de la política con tal de llevar el pan a su casa.
Similitudes y diferencias
Juan y Ramón eran amigos. Hicieron la primera comunión juntos y el primer empleo de ambos fue el cajón para bolear y el puesto de periódicos. Después de un tiempo la diferencia de vestimenta y los salarios fue el primer cambio en ambos, puesto que en el sindicato ganaba buen salario. Había gran diversidad en las calles de la ciudad: “Caminaban juntos sumándose a la circulación de buhoneros, soldadores, neveros, vagos, raterillos, padrotes que tomaban el sol fumando un cigarrillo, novilleros fracasados, afiladores, prostitutas, amas de casa y chamacos mugrosos y moquientos”. Los años dorados eran: “con diputados de partido y congreso del trabajo, con raya semanal exacta y segura, ley federal del trabajo y artículo 123, atención médica y asambleas semanarias, moneda estable y un país tranquilo, ocho horas de labores y descanso semanal, informe presidencial cada año y desfile el primero de mayo, escalafones y medidas higiénicas, un ejército al servicio del pueblo y cero huelgas”.
Contexto Laboral
Trabajo Infantil
Los protagonistas ingresaron al mercado laboral desde la infancia. Comenzaron en la peluquería del papá de Ramón, después en el puesto de Leopoldo de boleadores. Más tarde ingresa Ramón al sindicato y Juan se dedica a vender dulces con los titiriteros y después a cargar bultos en un mercado. Aunque iniciaron laborando sólo por diversión y por comprar dulces y demás, si hubieran decidido estudiar la secundaria habrían tenido que trabajar por necesidad, pues los salarios de sus padres eran insuficientes. Tal fue el caso de Juan durante sus estudios de secundaria y en la Vocacional.
Condiciones Laborales
El padre de Juan trabajó con los ferrocarrileros; abandonó su trabajo por el bajo salario, por las malas condiciones laborales, y porque bebía mucho y hacía su trabajo más peligroso.
Ramón se dedicó siempre a la empresa y al sindicato. Siempre tuvo muy buenas condiciones, un salario puntual y día de descanso.
Juan se dedicó a trabajar en un laboratorio, en el que no se describen las condiciones y lo hace a la par de la secundaria. Trabajó en una fábrica de muñecas en la que durante toda su jornada era rellenar muñecas de una forma sumamente rutinizada. Cuando decide abandonar sus estudios de teatro se va a Mazatlán, donde al principio trabaja en taxis de forma libre, y después por salario; ese tiempo en Mazatlán le permitieron juntar algo de dinero, era un trabajo que le gustaba. Regresa a México después de que la “Miss” se fue del país a trabajar en la carpintería de su papá, en donde sólo les alcanzaba para vivir apenas. Su último trabajo fue donde trabajaba Ramón, donde era barrendero y estuvo dentro de la huelga que dispersaron los granaderos y el ejército.
El sindicato
El sindicato descrito en el que laboró Ramón Contreras es un claro ejemplo del Charrismo sindical. Ramón comenzó como mensajero, y gracias a su carisma terminó como líder sindical. Se caracterizaba por el clientelismo, convencían de forma descarada a los trabajadores. Los dirigentes estaban comprados: en la casa donde revisaban el contrato, por ejemplo, tenían alberca; podían controlar las plazas vacantes, etc. Sus discursos estaban armados sólo por retórica, ya que no era su primordial interés el de las condiciones laborales. Tenían gran repudio al comunismo y usaban métodos de coerción ante las manifestaciones. Tal fue el caso de la huelga.
Los sindicatos, además de estar comprados por la empresa, eran apoyados por el Estado. En la huelga de la empresa de Ramón los granaderos y el ejército intervinieron, coaccionando a los obreros inconformes y ayudando al sindicato a evitar la manifestación.
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