El desempleo no es un fenómeno nuevo en el mundo. Se han hecho minuciosos estudios desde la teoría clásica económica que buscan explicar el surgimiento de “El ejército de Reserva”.
Entre otras cosas, hay varias causas que han hecho posible este fenómeno. En el mundo moderno y a lo largo de la historia una ha sido la primordial: la aparición de máquinas con tecnología cada vez más sofisticada. Esto ha provocado la modificación del trabajo, el surgimiento de nuevas ocupaciones y nuevas formas de organización laboral. En las primeras formas en que aparece este fenómeno en la industria, Marx explica que la maquinaria cada vez simplifica más el trabajo a realizar, por lo que “lo que hace es depreciar la fuerza de trabajo del individuo”[1].
Esto ha traído múltiples consecuencias con la mano de obra que no es utilizada. Muchas formas de trabajo se ha depreciado, por lo que dentro de la organización social han aparecido nuevos fenómenos laborales caracterizados por la precariedad, como los empleos de subcontratación, temporales, la “contabilidad mágica”; Entre estos existe el comercio informal, el cual es el tema de nuestra investigación.
Es difícil ubicar el momento de la aparición del comercio informal. El comercio se practica en el mundo desde las primeras formas de civilización. La ruptura entre el comercio formal y el informal es nueva, y tiene que ver con los requisitos de legalidad que los diferentes gobiernos han impuesto a su ciudadanía. El comercio informal, por tanto, se caracteriza por evitar los impuestos, funcionando dentro de la economía informal, y se presenta de diversas maneras.
En el México actual, que es en el que se basa nuestra investigación, las formas de comercio informal son variadas. El ambulantaje, la venta de artículos en camiones, los puestos temporales que se encuentran en las calles, y los tianguis. Nuestro trabajo de investigación se enfoca en los tianguis.
Los tianguis se encuentran en México desde épocas pre-coloniales, siendo el más característico el tianguis de Tlatelolco; las características que tenía éste fueron elogiadas a la llegada de los españoles, se caracterizaban por su limpieza, la gran cantidad de productos, y por estar divididos conforme los productos que se encontraban además de contar con una vasta extensión. Por lo tanto, los tianguis no son nuevos en México, era ya una forma de comercio normal que sufrió varias metamorfosis a la par de la historia de México, y que actualmente se le caracteriza como economía informal por las puntualizaciones ya señaladas y que se desarrollarán a lo largo de la investigación.
Con la explosión demográfica de la Ciudad de México ha aumentado también el número de tianguis, que crecen considerablemente junto con el número de desempleados. La pluralidad de las condiciones de trabajo hace problemático el estudio de la economía informal, ya que no se cuentan con estadísticos exactos para tales mediciones.
No existen patrones ni tendencias que permitan ver el movimiento de estos sectores, sin embargo a lo largo de la zona metropolitana el abaratamiento de la mano de obra nos supone una precarización del trabajo, tanto en el salario, la jornada de trabajo, el seguro social; laborar en el comercio informal no garantiza un contrato ni condiciones de trabajo mínimas o básicas más que los servicios que ofrece el Estado a nivel nacional. La racionalización económica de este sector, “consiste en garantizar la subsistencia del grupo familiar, que difiere de la vigente en el sector formal cuya motivación esencial es la acumulación”[2].
“Cuando se habla de economía informal se piensa inmediatamente en un problema”[3] dice Vargas Llosa. La economía informal, y por lo tanto, el comercio informal, son una salida para miles de trabajadores desocupados, ofrecen una oportunidad laboral ante la necesidad. Sin embargo, el problema comienza en la precariedad; ese es el objetivo, encontramos pues esto como una problemática actual en México.
¿Cuáles son las condiciones laborales de los tianguistas que aceptan auto emplearse o emplearse en condiciones laborales bajas?
Esta investigación tiene como finalidad conocer cuáles son las causas que producen el comercio informal, observando desde el sujeto las condiciones de vida y trasformación de trabajo, lo cual desarrollaremos mediante un análisis comparativo en puntos estratégicos de la Ciudad de México. Una de las características más importantes de comercio informal es su flexibilidad, concepto que se ha denotado a partir de la introducción de nuevos sistemas de producción, con la entrada del sistema “Toyota”, en donde los obreros se multi-especializan para ser flexibles, al mismo tiempo que pierden su oficio[4], más adelante la “flexibilidad” sale de la industria, a la “especialización flexible, mercados flexibles “sin centralización”, los “horarios flexibles”[5], y poco a poco a las variadas formas de organización capitalista. De tal manera que existe una gran pluralidad de condiciones laborales.
Así mismo, las condiciones del proceso de la vida social misma han caído bajo el control del intelecto general y se ha transformado en acuerdo con ella; es decir, el intelecto general o “General Intellect” incluye el conocimiento formal e informal, la imaginación, tendencias éticas, las mentalidades y los juegos de lenguaje en el proceso del trabajo.
Entonces el Biopoder es una máquina llena de vida, una vida inteligente que expresándose a sí misma en la producción y la reproducción, como también en la circulación (de trabajo, afectos y lenguaje) imprime a la sociedad un nuevo sentido colectivo y reconoce virtud y civilización en la cooperación. Los poderes de la ciencia, el conocimiento, los afectos y la comunicación son los principales poderes que constituyen una capacidad antropológica y se hallan desplegados en la superficie de la sociedad. El trabajo se vuelve crecientemente inmaterial, y realiza su valor mediante un proceso singular y continuo de innovación de la producción; es crecientemente capaz de consumir o utilizar los servicios de reproducción social de un modo cada vez más refinado e interactivo.
Las bajas condiciones ofrecidas en el mercado de fuerza de trabajo formal, así como las pocas posibilidades de encontrar empleo digno, orillan a muchos individuos a auto emplearse o a aceptar salarios muy bajos y jornadas muy largas, complementando su salario con el familiar, entrando en una división social de trabajo familiar distinta.
Los puntos a analizar son los tianguis, entre los que se encuentran dos:
El tianguis del Oro, que se encuentra en la colonia Roma, los sábados y domingos.
El tianguis del Centro de Chalco, los viernes en el Estado de México.
Partiendo que el neoliberalismo ha sido el parte aguas del desplazamiento de fuerza de trabajo, ya que la globalización ha abierto la economía mundo con el afán de transformarse a economía del conocimiento y la tecnología más sofisticada, que ha logrado consolidar una etapa más del mismo capitalismo.
[1]MARX, Karl, El Capital, Crítica de la economía política, Traducido por Wenceslao Roces, Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 324
[2] Klein, E, y Tokman, V., Sector informal: una forma de utilizar el trabajo como consecuencia de la manera de producir y no viceversa. A propósito del artículo de Portes y Benton, en: “Estudios Sociológicos” Vol. VI, no. 16, enero abril, 1988, pp. 205-212. Tomado de: JAIME, Edna y Campos, Pilar, Informalidad y (Sub) desarrollo, Ediciones Cal y Arena, México, 2002, pág. 35.
[3] VARGAS Llosa, Mario, “Prologo”, en: DE SOTO, Hernando, EL OTRO SENDERO, La Revolución Informal, Editorial Diana, México, 1987, pág. XVIII
[4] CORIAT, Benjamín, PENSAR AL REVÉS Trabajo y organización en la empresa japonesa, Traducido de Rosa Ana Domínguez, Siglo XXI, México, 2005, pág. 40
[5] SENNET, Richard, La corrosión del carácter, Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo, Traducción de Daniel Najmías, Anagrama, Barcelona, 2005, pág. 65
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