Primera visita: Tianguis de Chalco, Estado de México
Viernes 23 de marzo de 2012
Después de un largo viaje acompañado de interminables charlas y de una magnifica vista tanto a la ciudad como a los volcanes, llegamos a Chalco. Desde la parada del pesero se ven los primeros puestos esporádicos que también se colocan los viernes, pero que no están dentro del tianguis. Un pequeño recorrido entre las diversas áreas pasando por las casas coloradas y la gran parroquia de Santiago Apóstol.
¿Me permite hacerle una entrevista? No, estoy ocupado; no, estoy trabajando; no, no te puedo proporcionar esa información; no… es la respuesta más frecuente ante un par de muchachos sociólogos en contacto con la realidad. Sí, respondió una mujer de aproximadamente 40 años de estatura baja y muy delgada, que frente a un puesto de verduras picaba con la mirada absorta en su trabajo una caja de calabazas. Mientras le explicaba las particularidades de la entrevista y de nuestro proyecto de investigación escuchó nuestra preocupación sobre el sonido que se escucharía por el fuerte ruido del puesto de música, ya que la entrevista sería grabada, por lo que amablemente nos invitó a su casa, ya que además necesitaba ir por algunos productos que le faltaban para la venta de elotes, vivía muy cerca y allí no habría tanto sonido.
Salimos del tianguis en la avenida Vicente Guerrero, una cuadra sobre el bulevar Cuauhtémoc, y tomamos la calle Enseñanza Técnica hasta entrar a la colonia Culturas de México. Relativamente cerca. Charlábamos algunas cosas irrelevantes para nuestro proyecto, y mientras comentábamos sobre el cambio climático y que al parecer iba a llover, llegamos a la casa. Entramos pues a una especie de vecindad, un terreno que fue fraccionado en cuatro partes, y en una de éstas al fondo estaba la casa de nuestra anfitriona que se mostraba muy interesada en nuestro proyecto. Eran alrededor de las tres de la tarde. Dentro de la casa de estructura ya deteriorada y con la música y los cincelazos lejanos de unos albañiles, comenzamos nuestra entrevista. Siete minutos y medio duró. Le ayudamos con una caja en la que llevaba mayonesas, limones, vasos y cosas necesarias para vender elotes y esquites, platicando sobre las irregularidades que ella había visto de los “delegados”, y sobre su traslado recurrente de tianguis a tianguis.
Por medio de una especie de muestreo bola de nieve, nos ayudó con la localización de otro puesto en el que nos podían dar la entrevista. Para suerte nuestra allí no había tanto sonido, por lo que podíamos grabar las voces allí mismo. Se trataba de un puesto de comida rápida: quesadillas, gorditas, pambazos.
Comenzó la entrevista de inmediato, al tiempo en que una niña de aproximadamente once años, su hija, cubría sus labores dentro del puesto; así como con la presencia de una chica, que vendía en el puesto de al lado y que mostraba sonriendo curiosidad por la entrevista.
Entre un par de pedidos y la música de algún puesto lejano, siete minutos casi exactos duró en esta ocasión la entrevista. Vámonos ya, le dijo nuestra entrevistada a su hija que ya había dejado de trabajar para comenzar a lavar uno de los comales y ya había comenzado a cargar algunas cosas en un triciclo. Nos preguntó si estuvo bien la información, le dimos las gracias, comimos ahí mismo para disponernos a partir. Era tarde, las primeras gotas de lluvia habían ya comenzado a caer.
Segunda visita: Tianguis del Oro, México Distrito Federal
Sábado 24 de marzo de 2012
En una aventura más en la ciudad de México, el equipo de investigación viajo al Tianguis del Oro situado en reforma donde se procedió a elaborar la práctica de campo haciendo un recorrido atravesando la vasta extensión del tianguis, tomando algunas fotografías a los puestos donde se venden los productos y a los consumidores que asisten a comprar eligiendo de entre una variada gama de productos ofrecidos por los vendedores.
En la zona donde se encuentra el tianguis podemos apreciar un nivel socioeconómico medio (y sus diferentes estratos) rodeado de restaurantes, oficinas, casas de dos pisos y una zona comercial altamente concurrida rodeada de centros comerciales y tiendas de marca (aclarando que estas especificaciones se encuentran en la zona o cerca de donde se encuentra el tianguis del oro) se percata la vida de la urbe al máximo esplendor con los contraste de la vida agitada y rápida de los individuos, el tráfico causado por los vehículos tanto particulares como el servicio público ofrecido por el gobierno aunado al desarrollo de las infraestructuras en construcción de la urbe en contraste con el contexto histórico, social, económico, político, cultural de los actores sociales que se mezclan creando las condiciones actuales de la sociedad donde se genera descontento o presión social para algunos o más oportunidades y desarrollo para otros (dependiendo del desarrollo económico, cultural, escolar, laboral de cada actor) todos estos elementos convergen con la rutina diaria de la gente.
En el Tianguis se percata la gran cantidad de puestos y la extensión de este, la cantidad de consumidores que asisten al tianguis que varían en los días que se pone (sábado y domingo) se observa una gran movilidad por parte de los consumidores y vendedores, también se pudo apreciar una gran cantidad de productos desde comida, ropa, zapatos, etc. (aclarando que varios de estos productos son de marcas reconocidas originales) y una diversidad de los consumidores que se puede apreciar en el nivel económico que poseen y los productos que consumían dentro del tianguis, se hace notar una diversidad de extranjeros que consumen estos productos.
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